Rocío García, militante del Partido Obrero y del Plenario de Trabajadoras, ex candidata a concejala y docente, ha criticado vehementemente al gobierno actual y a los ataques recientes dirigidos contra organizaciones sociales como el Polo Obrero. En una entrevista con Radio 10 de Mar del Plata, García expuso su postura sobre la situación política y económica de Argentina, enfocándose en la campaña de desprestigio y represión contra los movimientos piqueteros.
Contexto y Objetivo de los Ataques
Según García, el gobierno actual, junto con sectores alineados con políticas neoliberales como las propuestas por Javier Milei, ha lanzado una ofensiva brutal contra organizaciones sociales. Esta campaña tiene como objetivo desarticular el movimiento piquetero, un actor clave en la resistencia contra las políticas de ajuste económico que han afectado a Argentina durante las últimas décadas.
García sostiene que el movimiento piquetero, liderado en gran parte por el Polo Obrero, ha sido una constante en la lucha contra las políticas de ajuste de diferentes administraciones. La independencia política de estas organizaciones, que no están alineadas con los sectores que han gobernado el país, las convierte en un blanco de ataques sistemáticos.
Criminalización de la Pobreza y Desviación de Responsabilidades
García argumenta que la campaña de allanamientos y acusaciones recientes busca colocar a las víctimas del ajuste en el rol de victimarios. Los allanamientos realizados, especialmente en comedores y domicilios de dirigentes del Polo Obrero, fueron llevados a cabo de manera ilegal, según García, y fueron diseñados para intimidar y desarticular la organización.
La militante del Partido Obrero denuncia que, en lugar de investigar a quienes han fugado capitales o han contraído deudas millonarias que ahora paga la clase trabajadora, el gobierno focaliza sus esfuerzos en criminalizar a los sectores más vulnerables. Esta estrategia, según García, busca desviar la atención de los verdaderos responsables de la crisis económica actual.
Condiciones de Vida y Represión
En su intervención, García describió cómo los allanamientos se realizaron de noche, lo cual está prohibido desde la dictadura militar. Estos actos fueron llevados a cabo sin notificación previa y con un uso excesivo de la fuerza, creando un ambiente de terror entre los miembros de las organizaciones sociales.
Además, resaltó la precariedad en la que operan los comedores comunitarios, muchos de los cuales dependen de donaciones y colectas para subsistir. La ayuda insuficiente del estado y la fiscalización constante sobre las actividades de estas organizaciones reflejan, según García, una política de represión y desarticulación de los movimientos populares.