En un nuevo episodio de la serie “¿Cómo hacerle la vida más cara al vecino?”, el intendente Guillermo Montenegro, respaldado por la mayoría de Juntos por el Cambio, decidió ponerle fecha al próximo tarifazo en el transporte público. Así que vayan preparando la billetera: a partir del 1º de julio, el boleto de colectivo en Mar del Plata saltará de $750 a $940, lo que representa un aumento del 25%.
El intendente justificó esta subida, como era de esperarse, culpando a la inflación y a la supuesta “viabilidad financiera” del sistema de transporte urbano. Según Montenegro, “la inflación durante el periodo analizado repercutió directamente en la viabilidad financiera del sistema de transporte urbano. Esto, sumado a la indefinición del sistema actual de subsidios, hace necesario recomponer el precio del boleto, como lo han venido haciendo todas las ciudades del interior durante los meses en curso, en valores similares”.
En resumen, la excusa es que la inflación se ha comido el presupuesto y, claro, los subsidios son un misterio sin resolver. Pero lo que realmente nos deja sin palabras es el contexto de este incremento: en los últimos cinco años, la tarifa del boleto ha subido casi un 5.000%. Sí, leyeron bien: ¡5.000%!
Mientras tanto, los usuarios siguen enfrentando un servicio que, además de caro, es pésimo. Colectivos que no cumplen horarios, unidades en mal estado, y recorridos eternos que convierten un simple viaje en una odisea diaria.
Así que, queridos vecinos, ajusten sus presupuestos, porque este nuevo aumento es un golpe directo al bolsillo. Y la pregunta del millón es: ¿hasta cuándo seguirá este festival de aumentos sin una mejora real en el servicio?