El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, sorprendió la semana pasada al anunciar que el municipio pagará los 14 millones de pesos que le debe a la Provincia para recuperar el control de Punta Mogotes, un emblemático complejo de balnearios. “Es hora de que los marplatenses volvamos a decidir sobre nuestro futuro”, afirmó en una conferencia de prensa, subrayando que este paso es crucial para devolverle vida y brillo a una zona que hoy se encuentra “estancada y triste”.
Sin embargo, mientras el intendente se enfoca en la recuperación de Punta Mogotes, las quejas de los vecinos de diversos barrios de la ciudad se intensifican. En el norte de la ciudad, los vecinos tienen otras preocupaciones. La Avenida Mahatma Gandhi, clave para la conexión de varios barrios, lleva más de un año con obras abandonadas. El próximo sábado, se manifestarán en una jornada de protesta llamada “Enduro de Gandhi” para exigir que el Municipio retome los trabajos y deje de priorizar eventos como el Enduro de Invierno en la costa, mientras los barrios periféricos siguen olvidados.
Pero la situación en el Barrio Autódromo es aún más alarmante. Los vecinos no tardaron en enviar fotos y videos que evidencian el abandono total de sus calles. El pasaje Olleros, entre Guanahani y Vértiz, es solo un ejemplo de la intransitabilidad que sufren muchas zonas alejadas del centro. Esta situación refleja un desinterés del Municipio por los barrios más desfavorecidos, donde la falta de mantenimiento es una constante y la calidad de vida de los vecinos se deteriora día a día.