En medio de un contexto económico desafiante, marcado por la recesión, el aumento del desempleo y una inflación persistente, nos aproximamos a un nuevo mes con aumentos en varios aspectos clave de nuestra vida cotidiana. A partir del próximo sábado, veremos reflejadas subas en servicios tan esenciales como las prepagas, las tarifas de luz y gas, el combustible, y los servicios domésticos.
Uno de los temas que más preocupa es el de las prepagas. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal ha ordenado a dos de estas empresas a ajustar sus cuotas de manera que los incrementos mensuales estén acordes con los índices de inflación. De hecho, una de las principales prepagas ya ha comunicado un aumento del 8,8% para junio, siguiendo el ritmo del IPC de abril.
En cuanto al combustible, tanto la nafta como el gasoil experimentarán un aumento a partir del 1 de junio debido a un incremento en los impuestos aplicados sobre los combustibles líquidos y el dióxido de carbono, según lo establecido en el Boletín Oficial mediante el decreto 466/2024. Aunque el porcentaje de aumento varía según la petrolera, se espera un impacto del 1,2% en el precio final.
Por otro lado, las empleadas de casas particulares verán un incremento salarial del 7% en junio, marcando así la segunda actualización bimestral según lo acordado en las paritarias.
Finalmente, las tarifas de electricidad y gas también subirán, a pesar de los intentos de segmentar los aumentos según los ingresos. Aunque inicialmente se había anunciado la quita de subsidios de gas para los sectores de ingresos bajos y medios, esta medida se ha postergado una vez más. Las facturas de gas, por ejemplo, han experimentado un aumento del 380%, mientras que el incremento en las tarifas de electricidad se espera que sea significativo.