La reciente publicación del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) ofrece un sombrío panorama socioeconómico del país. Según el informe, el 20% de la población acumula más del 50% de los ingresos totales, mientras que el 20% de los argentinos con menores recursos solo accede a un 4,5% del ingreso nacional.
En el primer trimestre de 2024, los datos revelan que la tasa de indigencia alcanzó el 19,8% y la pobreza el 54,6%, cifras alarmantes que destacan el aumento de la desigualdad y la caída del bienestar social. Este deterioro se atribuye a procesos regresivos observados tanto en 2023 como en los primeros meses de 2024, marcados por la pérdida de ingresos laborales y no laborales en los hogares.
El estudio de la UCA titulado “Nuevos Pobres, Pobres más Pobres y más Desiguales: ¿Una Crisis que va Quedando Atrás o un Peor Futuro por Venir?” expone un preocupante incremento de la pobreza, que en enero de 2024 se situaba en el 57%, según datos preliminares de la misma universidad.
Principales Conclusiones del Informe:
- Distribución del Ingreso: El 20% de la población más rica (5° quintil) concentra el 52% de los ingresos totales, mientras que el 20% más pobre (1° quintil) solo se apropia del 4,5%.
- Estructura de Ingresos: En los hogares del primer quintil, el 66,2% de los ingresos son laborales, y el 33,8% provienen de fuentes no laborales. Contrariamente, en el quinto quintil, casi el 83% de los ingresos son generados en el mercado de trabajo.
- Poder Adquisitivo: Entre el cuarto trimestre de 2023 y el primero de 2024, el ingreso medio de la ocupación principal disminuyó un 13,8%, y la mediana cayó un 20,4%, reflejando la mayor pérdida entre los trabajadores de menores ingresos.
- Desigualdad Ingresos: Se evidencia una disminución sistemática de los ingresos en todos los niveles, con un impacto más severo en los sectores de ingresos medios y bajos.
- Precarización Laboral: A pesar del aumento del desempleo, la tasa de empleo no registrado apenas bajó, del 35,8% al 34,9%. La precarización es más aguda entre los asalariados del primer quintil, alcanzando el 80%, mientras que en el quinto quintil afecta solo al 8,5%.
Estos datos subrayan la urgencia de políticas que aborden la desigualdad y fortalezcan el bienestar de los sectores más vulnerables de la sociedad. La creciente brecha de ingresos y la precarización laboral son desafíos que requieren una intervención efectiva y sostenida para evitar un futuro aún más desalentador para los argentinos.