En abril de 2024, el Sector Público Nacional presentó un superávit fiscal de $264.952 millones, según el reciente informe fiscal. Después de abonar $247.543 millones en intereses, el superávit financiero se redujo a $17.409 millones. Este resultado se logró a través de un recorte significativo en los gastos.
Los ingresos totales en abril ascendieron a $6,7 billones, lo que representa una caída del 6,5% interanual ajustado por inflación. A pesar de los incrementos en la recaudación de ciertos impuestos vinculados al comercio exterior, como las retenciones (+33%) y el impuesto PAIS (+210%), impulsados por el salto cambiario, estos aumentos no lograron compensar la disminución en otros tributos relacionados con la actividad económica y los salarios (IVA -8%, aportes y contribuciones a la seguridad social -18%, y ganancias -37%).
Excluyendo el impuesto PAIS, el déficit fiscal habría sido de $245 mil millones. El superávit alcanzado no es resultado de un incremento en la recaudación, sino de un drástico recorte del gasto público del 23,7%. Este recorte afectó casi todas las partidas presupuestarias, con reducciones reales de dos dígitos, destacándose la caída en las jubilaciones (-26%), asignaciones familiares (-40%) y gastos de funcionamiento del Estado, principalmente salarios (-18%). Las Universidades Nacionales también sufrieron un ajuste del 27% real interanual.
De cada $100 ajustados en abril, $37 correspondieron a recortes en jubilaciones, siendo el principal factor de la reducción real del gasto. Los gastos de capital contribuyeron con $27 de cada $100 del ajuste total, y los subsidios económicos, principalmente energéticos, representaron $8 de cada $100, impactando en el aumento de tarifas de transporte, gas y luz.
Los gastos de capital registraron una disminución real del 78% en abril, con una ejecución prácticamente nula debido a la paralización de la obra pública. La inversión en infraestructura fue mínima, alcanzando niveles no vistos desde abril de 2017.
El superávit fiscal acumulado en el primer cuatrimestre de 2024 es de $4,1 billones, permitiendo al gobierno sobrecumplir las metas establecidas con el FMI. Sin embargo, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) criticó duramente esta estrategia, subrayando los costos sociales significativos que implica.
“Es crucial equilibrar este cumplimiento de metas con la sostenibilidad a largo plazo,” afirmó un portavoz del CEPA, “asegurando que el peso del ajuste no recaiga de manera desproporcionada sobre los sectores más vulnerables de la población.”