El abogado y dirigente de Argentina Humana, Juan Grabois, desmintió las acusaciones del vocero presidencial sobre su supuesta vinculación con una cesión de tierras en Lago Mascardi. También rebatió la denuncia del periodista Luis Majul sobre su domicilio. “Si piensan que nos van a intimidar, doblegar o condicionar ¡cómo se equivocan!”, afirmó.
“La obsesión de esta gente por asociarme a cualquier ‘curro’ real o ficticio es impresionante. ¿Por qué me odiarán tanto como para inventar una nueva mentira cada día? Que el FISU, que las cooperativas, que las radios, que las tierras… llamativamente, más allá de cientos de notas en radio, tv, diarios y portales, de las 23 denuncias truchas que me hicieron en Comodoro Py para sacar titulares de prensa, ¡nunca me citó nadie a nada!”, sostuvo Juan Grabois en un escrito publicado en su cuenta de Twitter. “Están todas archivadas o las tienen ahí para ver si nos pueden apretar algún día. Además de malos, son tontos”, indicó.
Y agregó: “Miren, de mis acciones me hago cargo (…) Lo hago con vehemencia y errores, junto a miles de compañeros. Nada humano me es ajeno, pero jamás me quedé con un metro de tierra ni un centavo público. Si piensan que nos van a intimidar, doblegar o condicionar con periodistas ensobrados, minions del villano de turno o maquinaciones judiciales ¡cómo se equivocan!”
“En relación a lo que el Gobierno Nacional, mediante su vocero Adorni y ciertos medios, me endilgan en Mascardi, digo: el ciudadano que preside la fundación San Miguel Arcángel hace tiempo no pertenece al partido que presido (Patria Grande). No somos cercanos y nunca lo fuimos. Tampoco tengo nada en su contra ni creo que haya cometido delito alguno. Lo concreto es que no tengo absolutamente nada que ver con la cesión de tierras. Nada”, sostuvo el abogado y escritor.
Por otro lado, el dirigente de Argentina Humana y ex candidato presidencial le respondió a Luis Majul: “Sobre las denuncias vinculadas a mi domicilio: en cierto momento cambié mi domicilio legal -para los que no saben, existe una diferencia jurídica entre domicilio real y domicilio legal que es perfectamente legítima- a la sede de la UTEP por la cantidad de amenazas de muerte que recibía, para proteger a mi familia, para evitar así que los instigadores a la violencia -virtuales o televisivos- publiquen mi domicilio real”.
“Nunca me metí con la familia de nadie, no quiero que nadie se meta con la mía. No tengo custodia, mi casa está en un barrio periférico, no vivo en un country ni en Puerto Madero, la señora que maneja las fuerzas de seguridad que deberían proteger a los ciudadanos no me quiere mucho precisamente”, agregó.
Y destacó: “Estas amenazas las denuncié oportunamente, en una de ellas el responsable está procesado con confirmación de la Cámara, en otra el delincuente fue citado a indagatoria y no se presentó, las demás se están tramitando, sumado a unas cuantas demandas civiles que venimos promoviendo contra amenazas menores y difamaciones”.
Por último, explicó que la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) es una organización gremial “con presencia en todo el país, con más de 400 mil afiliados” que “del mismo modo que hacen muchísimas sociedades civiles o comerciales, las cooperativas establecen el domicilio legal en un lugar que les resulte operativo para recibir notificaciones y realizar trámites, aunque realicen su actividad en otro sitio”. “Cualquier escribano, abogado o contador sabe que esta es una práctica común, legal y conveniente. El problema es que algunos no aceptan que las cooperativas son formas jurídicas válidas para la gestión y co-gestión de proyectos laborales o sociocomunitarios”.
“Adorni: cuando tienes el culo y la conciencia limpia, cada vez que te persiguen, te hacen más fuerte. No creo que sea su caso cuando pierdan el poder. La historia los va a tratar muy mal. Nosotros, plata y miedo no tenemos. Nos guía el amor, el deber y las convicciones. Que se mejoren. FIN”, concluyó Grabois.