Mientras que las organizaciones sociales esperan desesperadas recursos para sus comedores, Capital Humano parece tener prioridades… distintas. En una reciente revelación que generó un revuelo inmediato, salió a la luz que el organismo decidió gastar dos millones de pesos en una cafetera automática, una cifra exorbitante que equivaldría a unos dos mil dólares en el mercado. La compra de este “lujo” fue aprobada formalmente y consta en resoluciones públicas, sin disimulo alguno.
Pero eso no fue todo. A principios de mes, se planea un evento sobre temas relacionados con la niñez, en el cual se aseguraba la presencia de la ministra Petovelo. ¿Costo del catering solicitado para el evento? ¡Tres millones de pesos! Incluye desayuno, almuerzo y pausa para el café para una jornada que dura desde las 10 de la mañana hasta las 17:30 de la tarde.
Mientras los comedores comunitarios apenas logran mantener sus puertas abiertas, este gasto público resulta, como mínimo, provocativo.