El gobierno nacional suspendió la atención de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse), dejando en la incertidumbre a muchísimas personas que incluso tienen patologías terminales.
La Dadse depende del ministerio de Capital Humano, cuya dirección está en manos de Sandra Pettovello, y se encarga de otorgar subsidios para la adquisición de medicamentos (de alto y bajo costo) e insumos médicos a personas que carecen de cobertura médica y están en condiciones de vulnerabilidad social y sanitaria.
Adultos, adolescentes, embarazadas y niños con cáncer, enfermedades crónicas discapacitantes y patologías agudas urgentes necesitan del funcionamiento de este organismo. Interrumpirles los tratamientos puede traerles consecuencias irreversibles e incluso provocarles la muerte.
De persistir esta política, miles de personas en situación de pobreza se quedarían sin sus medicamentos. Además, no podrían costearlos en un cuadro de alza de los precios producto de la política de desregulación y en beneficio de las farmacéuticas de Milei.
Pettovello también paralizó la entrega de alimentos a los comedores populares. Se enseñan con los sectores de la clase trabajadora más golpeados por la crisis económica y el ajuste del gobierno.
El gobierno debe abrir de manera urgente la Dadse y girarle los fondos necesarios para cubrir la demanda de todos los pacientes. Están en juego sus vidas.