Rocío Fernández, una joven de 27 años que estaba desaparecida desde el último sábado, fue encontrada sin vida en una vivienda del barrio 9 de Julio en Mar del Plata. Su cuerpo presentaba múltiples lesiones y estaba escondido dentro de un freezer. Este trágico suceso se convierte en el tercer femicidio ocurrido en la ciudad en los últimos 30 días.
La búsqueda de Rocío comenzó el lunes, cuando su familia denunció su desaparición ante la policía. Los investigadores siguieron el rastro del celular de Rocío, lo que los llevó a la vivienda ubicada en Grecia al 1000, entre Balcarce y Libertad. Al ingresar, la policía vio a un hombre escapar por los fondos de la casa, quien actualmente sigue prófugo.
El fiscal Fernando Berlingeri, a cargo del caso, confirmó la identidad de Rocío y relató que su cuerpo presentaba lesiones en la parte frontal, brazos y piernas. Sin embargo, se espera el resultado de la autopsia para determinar la causa exacta de su muerte.
La reconstrucción de los últimos movimientos de Rocío indica que el sábado pasado salió de su casa en Punta Mogotes alrededor de la 1.30 de la madrugada en un remis que la llevó a la casa de un amigo. Allí permaneció hasta las 6.30, cuando se retiró en un taxi hacia Hernandarias y Edison para encontrarse con un hombre con quien había arreglado una cita a través de WhatsApp. Desde ese momento, no se tuvo más noticias de ella.
Durante el sábado, la madre de Rocío no se alarmó por su ausencia debido a que no estuvo en la vivienda compartida. Sin embargo, el domingo, tras recibir un extraño mensaje de WhatsApp y una llamada sin respuesta, su familia decidió denunciar la desaparición.
El miércoles, cuando la policía ingresó a la casa de Grecia al 1000, encontraron el cuerpo de Rocío en un freezer. La autopsia, prevista para ese mismo día, será crucial para esclarecer los detalles del crimen.