En los últimos días estalló en el Ministerio de Capital Humano, encabezado por Sandra Pettovello, el escándalo por los alimentos que no son entregados a los comedores. La renuncia de De La Torre y varios funcionarios intermedios fue la consecuencia de la desidia que maneja el gobierno nacional. En el medio, miles de comedores en todo el país esperan poder recibir alimentos para solventar una necesidad básica. En un contexto de crisis económica que se profundiza, la demanda alimenticia va en aumento constantemente.
¿Cómo afecta esta situación en nuestra ciudad? En Mar del Plata, hasta diciembre de 2023, más de 260 comedores recibían alimentos por parte del Ministerio de Desarrollo Social. Estos comedores pertenecen a organizaciones sociales, iglesias, ONGs, asociaciones civiles, etc., los cuales, como pueden y aún siendo estigmatizados, tratan de seguir garantizando el alimento a la comunidad más castigada, la gran mayoría de estos espacios ubicados en los barrios más populares de nuestra ciudad.
Según los relevamientos realizados por los trabajadores del Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social, la entrega de alimentos le garantizaba un plato de comida a más de 33.000 familias en Mar del Plata y Batán. Esta situación se suma a otras ya denunciadas por el colectivo de trabajadores, como la falta de entrega de medicamentos que costó la vida de dos personas en nuestra ciudad, el cese de la entrega de ayudas habitacionales y el anuncio de cierre de los CDRs que costó casi la mitad de los puestos de trabajo del sector.
Los trabajadores son testigos primordiales de la falta de políticas públicas y no solo porque se ven afectados por los despidos. Asimismo, observan que todos los días se acercan personas individuales o representando a comedores para pedir alimentos en el CDR Mar del Plata. Más allá de que no hay respuestas, la demanda va en aumento. Cada vez son más las personas que, afectadas por la crisis, se acercan a los comedores de nuestra ciudad; cada vez son más las familias marplatenses que necesitan que el Estado les garantice un plato de comida. Un Estado que no hace más que alejarse de las necesidades del pueblo.