La importante adquisición, que se encuentra instalada en la torre del Edificio Central de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), servirá tanto para la recepción como para el envío de información satelital. Por sus características, se trata de una de las pocas antenas en su tipo que existen en el país.
La estación terrena consta de una antena parabólica de 1,90 metros y otras dos antenas para sus diferentes bandas de frecuencia. Será destinada para fines de investigación, colaborativos y de fomento del uso de datos satelitales de la Universidad.
“La idea es que sirva no sólo para nuestros satélites sino también para satélites de otras universidades de Argentina y del mundo”, señaló la ingeniera Sonia Botta, integrante del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), que participa del proyecto junto al grupo Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) del Departamento de Electrotecnia.
El decano de la Facultad de Ingeniería y director del CTA, Marcos Actis, mencionó como surgió la iniciativa. “En 2019 en una visita a la Universidad de Northwestern, en China, vi que ellos contaban con una estación terrena. Y pensé que la Facultad de Ingeniería debía tener una para el seguimiento de pequeños CubeSats. Hoy es una realidad”.
Por sus tipos de antenas la estación podrá ser de utilidad para satélites de radioaficionados, es decir, servirá para enviar y recibir información en las bandas VHF y UHF, que son las más usuales, y también para la recepción de datos en banda S, que se emplea para la transmisión de datos científicos. “Es una de las pocas antenas de este estilo en el país. Tenerlo en la Universidad es un aporte significativo”, destacó Botta.
En esa misma línea, el ingeniero Santiago Rodríguez, integrante del SENyT, añadió que “la estación nos permitirá adquirir señales de otros satélites que realicen su pasada sobre nuestra estación y almacenar los datos o publicarlos suscribiéndonos a una red internacional de estaciones terrenas para que nuestra institución colabore compartiendo datos de ciencia. De igual manera, otras estaciones terrenas del mundo podrían realizar la bajada de los datos de nuestro satélite universitario, una vez se encuentre en órbita y operativo”.
La estación tendrá la capacidad de recibir información que van recolectando los satélites, como por ejemplo de salud propia o telemetría: la temperatura que tiene, si cuenta con suficiente batería, si desplegó las antenas. Asimismo, permitirá saber su posición para verificar si está pasando por el lugar esperado y a la hora indicada.
Un buen equipo para recibir señal
A la brevedad comenzarán a realizase pruebas de funcionamiento de la estación, que fue armada por los integrantes del proyecto. Del ensamble de la estructura e integración de todos los componentes de la antena y su mantenimiento también participó el técnico del CTA, Gastón Battistessa.
Por su parte, el ingeniero Simón Lombardozzo, del grupo SENyT, explicó que junto a sus compañeros tuvieron la responsabilidad de elegir los equipos que conforman la estación terrena. Además, tendrán la tarea de verificar sus primeros usos y corroborar su correcto funcionamiento. Luego en el laboratorio deberán recibir los datos satelitales, bajarlos a una PC y procesarlos.
“El enlace de comunicaciones con el satélite es muy importante ya que permite enviar comandos como recibir los datos del satélite. Para eso se necesita de una estación de recepción con una antena adecuada y de un equipo que permita mover la antena acorde se desplaza el satélite para seguirlo. Eso es lo óptimo porque uno tiene más chances de captar la señal y seguirla el mayor tiempo posible”, agregó Rodríguez.
La adquisición del kit para construir la estación terrena fue a través de un proyecto del CTA con fondos del Ministerio de Economía, a través del programa de la Secretaría del Economía del Conocimiento “Potenciar Satelital”. El dispositivo será, además, de gran utilidad para el proyecto del satélite universitario de la Facultad de Ingeniería.