En un acto que ha sacudido a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMa) y la Asociación Madres de Plaza de Mayo, la Sede Defensa de la institución fue violentamente asaltada en la víspera de la tradicional marcha de los jueves. Durante este ataque, un grupo no identificado de personas ingresó al edificio ubicado en Defensa 119, robando documentación clave en formato digital y en papel, y causando destrozos en equipos y mobiliario, incluyendo la biblioteca.
Lo alarmante del hecho es que se perpetró en una zona de alta seguridad, a tan solo cien metros de la Casa Rosada y con vigilancia policial las 24 horas, lo que genera interrogantes sobre cómo se llevó a cabo un operativo de tal magnitud sin ser detectado por las cámaras de seguridad ni los agentes en la zona.
La gravedad de la situación radica no solo en los daños materiales y la pérdida de información valiosa, sino en lo que este ataque simboliza para una institución que representa la memoria, la justicia y los derechos humanos en Argentina. Este incidente es el último de una serie de ataques que la UNMa ha sufrido en lo que va del año, en un contexto donde la defensa de su autonomía y la resistencia a la intervención del Poder Ejecutivo han cobrado mayor importancia.
Desde la Asociación Madres de Plaza de Mayo y la Universidad Nacional, se ha solicitado una investigación exhaustiva que identifique y responsabilice a los culpables. Este pedido de justicia se enmarca en una lucha histórica que, una vez más, se ve amenazada por intentos de socavar su autonomía y callar sus ideales mediante la violencia.
Las autoridades han tomado medidas legales y exigen que los responsables no solo sean identificados, sino también procesados, dejando en claro que la UNMa no se detendrá en su misión, aún en tiempos tan complejos para la defensa de los derechos humanos en el país.