Hoy, con la publicación de la Resolución 216/2024 en el Boletín Oficial, se dio un giro importante en la política energética del país. La medida, impulsada por la Secretaría de Energía y liderada por Eduardo Rodríguez Chirillo, elimina los precios máximos de referencia para las garrafas de gas, dejando que el precio lo determine el mercado.
El gobierno defiende esta decisión como una forma de liberar al sistema de regulaciones de precios, con la esperanza de que esto impulse la inversión y mejore la competencia. Según ellos, alinear el mercado local con los estándares internacionales es un paso positivo.
Sin embargo, esta medida ha recibido duras críticas de parte del gobernador Axel Kicillof. En un tuit, Kicillof expresó su preocupación por cómo esta desregulación afectará a los sectores más vulnerables. Argumenta que, mientras el gobierno promociona la “libertad de mercado”, muchas familias estarán en una situación crítica. El precio de una garrafa de 10 kg, que ahora será de $8.500, podría alcanzar hasta $15.000 en los barrios más humildes, donde el gas envasado es una necesidad básica para cocinar y calefaccionar.
En el Gran Buenos Aires, donde un 38% de los hogares no tiene acceso a gas natural, el impacto de esta medida podría ser devastador. La crítica de Kicillof pone de relieve la creciente preocupación sobre cómo las decisiones de política económica afectan a los más necesitados. Para muchos, la “libertad de mercado” prometida por el gobierno podría convertirse en una carga económica insostenible.
Definición de un Gobierno cruel, al que no le importa la gente (aclaración: no es “libertad” sino beneficiar a unos pocos con los bolsillos de millones que no dan más). pic.twitter.com/Z8YL8GEwDm
— Axel Kicillof (@Kicillofok) August 20, 2024