El juez Casanello ha dictado el procesamiento contra 12 integrantes del Polo Obrero, el socio de Editorial e Impresiones Rumbos y dos miembros de Barrios de Pie. Este procesamiento viola el derecho a la defensa al negar la ampliación de indagatoria de Eduardo Belliboni y María “Tango” Dotti, quienes solicitaron presentar más pruebas antes de la feria judicial. La construcción del juez se basa en mentiras que ignoran la realidad y las pruebas presentadas, con el objetivo de perseguir y criminalizar al Polo Obrero por su rol en la organización y movilización de los barrios más explotados del país.
El apuro del juez por cumplir con las exigencias políticas de perseguir al Polo Obrero se evidenció cuando no mostró las pruebas a los imputados antes de indagarlos. Ahora, se dictan los procesamientos antes de la pericia sobre las cámaras de la sede de la asociación civil, donde se demostrará que se actuó irregularmente, sin testigos que ingresaran a tiempo y apagando las cámaras. Ignorando estas pruebas, el juez avanza con falsificaciones que niegan completamente los hechos presentados.
El punto central del juez es cuestionar las compras del Polo Obrero a Editorial Rumbos, argumentando que es una empresa fantasma y caja política del Partido Obrero. El juez miente. Rumbos no es una empresa fantasma; presentó a la Justicia un extenso descargo mostrando su actividad editorial: decenas de libros, 1.620 números de Prensa Obrera, 62 ediciones de la revista En defensa del Marxismo, stands en la Feria del Libro, entre otras actividades.
El Polo Obrero reclamó ampliar la declaración indagatoria para mostrar pruebas de las compras realizadas, presentando certificaciones notariales que las acreditan. Solamente ignorando los hechos se puede sostener que no existieron compras de folletos de formación, papel, ropa de trabajo y maquinaria usada masivamente en todo el país.
El juez lleva esta falsificación al extremo al poner en duda la existencia de una impresora Heidelberg instalada en la sede central de la asociación, incluso registrada en el allanamiento. Contra la mentira de la malversación de fondos, el Polo Obrero está certificando toda la maquinaria y equipos instalados en todo el país mediante escribano público.
El Polo Obrero ha sacado más de 50 números de su suplemento a través de Editorial Rumbos y una inmensa cantidad de folletos relativos a cursos y capacitaciones, que el juez califica de “fantasma” y “caja de recaudación política”. Que una editorial tenga posiciones políticas es normal, pero cuando el juez establece que es una “caja política” ataca veladamente la libertad de prensa y el régimen de partidos. Con esos argumentos, cualquier medio de difusión que levante posiciones políticas actuaría como un agente de partidos.
El juez, ignorando deliberadamente las pruebas presentadas, dice que el Polo Obrero no rindió desembolsos de convenios que fueron rendidos hace más de un mes, tras intimaciones ministeriales. Concretamente, se rindieron el 97,3% de los proyectos, y el restante fue obstaculizado por la inhibición de cuentas dictada por el juzgado.
El desconocimiento de las pruebas y de la realidad es evidente al afirmar que los beneficiarios del Polo Obrero del Potenciar Trabajo no trabajaban, cuando solo en el comedor Mariano Ferreyra de Bajo Flores se cocinaba diariamente para 600 familias. ¿Quién cocinaba? Se construyeron casi 50 sedes en todo el país, documentadas con fotos, y se realizaron cientos de cursos y talleres de formación laboral en diversos rubros. La necesidad de movilizarse no surgía de ninguna “coacción” de la organización sino de la necesidad de presionar al Estado para satisfacer reclamos.
Finalmente, el juez rechaza el pedido del Fiscal de avanzar contra Emilio Pérsico y otros funcionarios del ex Ministerio de Desarrollo Social. El juez construye así un procesamiento a la medida de las necesidades políticas de quienes gobiernan y gobernaron, llevando al banquillo de los acusados a la organización que ha liderado las luchas de los desocupados, exculpando al mismo tiempo a los funcionarios de todos los colores políticos.
En los próximos días, el Polo Obrero presentará la apelación pidiendo la nulidad de estos procesamientos vergonzosos. La lucha contra esta causa entra en una nueva etapa y se dará como parte de la gran lucha contra el hambre y por las libertades democráticas y el derecho a la protesta, pisoteados tanto por Bullrich y Milei como por todo el poder judicial.