El martes 25, en un acto cargado de simbolismo y relevancia política, el Intendente Municipal de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, presidió la instalación de un “Banco Rojo” en la entrada de la oficina local del ANSES, situada en Av. 23 y 40 de Miramar. Este banco, un emblema internacional contra la violencia de género, encontró su lugar en un espacio público vinculado a la seguridad social, un recordatorio físico de las vidas perdidas y las luchas aún vigentes.
Acompañando a Ianantuony, un grupo de mujeres sindicales se congregó junto a familiares y amigos de víctimas de violencia de género. La instalación, realizada bajo la consigna “Ni una trabajadora menos”, no es solo un gesto conmemorativo, sino también un manifiesto contra la indiferencia institucional y una demanda de justicia y protección para las trabajadoras.
La presencia del Jefe Comunal y la acción en sí reflejan un esfuerzo por parte de la gestión municipal para posicionarse como un actor activo en la lucha contra la violencia de género. Sin embargo, esta acción debe ser vista en el contexto de un país donde la violencia estructural sigue siendo un problema crítico, y donde los símbolos, por más poderosos que sean, requieren un respaldo constante de políticas públicas efectivas y un compromiso real con el cambio.